Cuando nos dejamos arrastras por los sentimientos, podemos decir o hacer
cosas que nunca haríamos en circunstancias normales. Tal vez este es tu
caso. Como estás muy dolida porque el padre de tu hija se ha casado con otra
mujer, estás pensando en arruinar su matrimonio, pero no tienes que hacer
eso.
En la vida uno tiene que aprender a encajar los golpes que vamos recibiendo,
pero siempre con deportividad.
El durante un tiempo fue tu pareja, de esa relación nació tu hija pero si
por circunstancias, lo vuestro no pudo ser y él al final terminó
enamorándose de otra mujer, tienes que intentar comprenderlo y aceptarlo sin
oponer más resistencia.
Si él está feliz con su nueva vida, en lugar de pensar en arruinársela,
deberías tener buenos sentimientos hacia él y alegrarte, ya que si él es
feliz, eso es bueno para ti y para tu hija.
Tu sabes porqué motivo rompisteis la relación, por lo tanto sé realista y
reconoce la verdad.
No vivas de recuerdos y en lugar de hundirte más a ti misma pensando en lo
triste que estás, hazlo al revés, repítete mentalmente que aceptas el fin de
esta relación, que vas a intentar dejar a un lado el rencor y que te vas a
alegrar por él, porque al igual que tú, ambos os merecéis rehacer vuestras
vidas.
Tienes que tener una actitud más comprensiva y confiar en que tu tristeza
pasará.
Razona las cosas, controla tus emociones y sobre todo piensa que esta es una
etapa por la que tienes que pasar, y que en lugar de hacerla difícil y
dolorosa, que vas a poner de tu parte para encajarla y superarla como mujer
adulta y madura que eres.
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