Muchos hombres dirán yo, es probable que algunas mujeres digan que ellas y otro tanto dirán que ambos.
La forma en que hemos sido educados, la cultura, los patrones y esquemas han dicho por mucho tiempo que quien manda en el hogar es el hombre. Sin embargo, a lo largo del tiempo esta cultura machista ha cambiado y las mujeres, por sus capacidades y liderazgo, han tomado las riendas del hogar poco a poco.
Marisol Vanegas Guido, Master en sicología clínica y coordinadora de la carrera de sicología de la Universidad Centroamericana (UCA), indica que el principio fundamental que debe regir una familia sana es una relación complementaria, donde la toma de decisiones sea consensuadas dentro de la pareja, llegar a acuerdos y ver qué es lo que más conviene a ambos.
Considera que es muy dañino pensar que uno de los dos manda, por ser el hombre o por ser la mujer. Sin embargo, la realidad es que históricamente las mujeres han estado en desventaja con relación al poder, explica la sicóloga Mariana Aburto.
“Si a nivel de la sociedad la mujer es reconocida como un ser subordinado y débil, de igual manera pasa en el hogar”, razona.
La especialista indica que “hay toda una construcción social alrededor de los géneros”, y se determina cómo se deben comportar y en qué pueden participar el hombre y la mujer desde que nacen.
Todo esto impacta en nuestra cultura, se crean los estereotipos y esquemas y se cree que el hombre es el que resuelve, el proveedor de su casa, el fuerte, y por tanto el que manda. “Toda esta construcción llevada a la familia tiene su máxima expresión en el pensamiento de que es el hombre quien toma las decisiones en su hogar”, explica.
Sin embargo, estas formas de pensamiento, aunque no sustancialmente, han ido cambiando y en la realidad en la mayoría de los hogares, es a la mujer a quien le toca tomar una serie de decisiones con respecto a la casa y los hijos, dice.
“La realidad denota que a la mujer se le cargan una serie de decisiones y ella las toma, trabaja por la integración familiar, la sobrevivencia del hogar y la formación de los hijos. Generalmente es la persona de mayor fortaleza, enfrenta un sin número de situaciones adversas y tiene la tendencia de involucrar al esposo en la conducción de la casa”, expresa.
RECOMENDACIONES
La doctora Marisol Vanegas considera necesario que los matrimonios dejen atrás una serie de estereotipos culturales. “La familia es un barco y debe ser timoneado por dos personas, ambos deben tomar la dirección de ese barco”, ejemplifica.
Aconseja que en las relaciones matrimoniales haya solidaridad, comprensión, complementariedad, ternura y mucho amor.
La comunicación debe ser profunda y el poder debe estar distribuido en ambas partes. Ningún miembro de la pareja puede estar sobre el otro porque eso atraerá conflictos, más temprano que tarde.
ALGUNAS IDEAS
Para que un matrimonio funcione debe estar basado sobre
acuerdos mutuos.
Acuerdos. En la medida que haya acuerdos habrá consolidación de la pareja.
Sometimiento. Uno de los miembros de la pareja en lo
económico u otros aspectos del hogar convierte a la persona en alguien sin poder de elección y por lo tanto una persona llena de frustraciones.
Familia. Cada matrimonio que se deshace es una pérdida para la sociedad porque la familia es la base de toda sociedad.
Pareja. Una de las causas más grandes de divorcio vienen de la falta de acuerdos entre la pareja. Es necesario postular
las decisiones y que éstas no sean fácilmente violentadas por uno de los imiembros de la pareja.
Equipo. En la pareja los dos tienen derechos y la capacidad de conducir el hogar y formar a los hijos.
Hilda Rosa Maradiaga C. www.prensanosotras.